miércoles, 23 de diciembre de 2009

LAS LUCES PARPADEAN EN EL PUENTE

Las luces parpadean en el puente
por culpa de la niebla que las tapa,
y sientes que otras luces encendidas
la bruma de tu alma las apaga.

Las luces lanzan guiños y destellos
tratando de romper la telaraña,
y lanzan un mensaje silencioso
que llega, que te envuelve y que te abraza.

Tu pecho se ha perdido entre la bruma,
tu viejo corazón sueña y descansa,
en medio de la nube de los sueños
que inunda de candor tu dulce cara.

¡Ay débil corazón no le abandones!,
el cuerpo necesita tus palabras,
la sangre que palpite por sus venas
la eterna melodía de tu arpa.

Hay viejos torreones en la costa
haciendo de fareros y atalayas,
quizás tu corazón sea ese faro,
la luz que llegue a ti, sin pedir nada.

No temas a la niebla de la noche,
ni temas a la bruma que te asalta,
la niebla tiene gotas y rocío,
la bruma es el sueño de tu alma.

Si buscas una mano que te guíe
la misma tomarás en la distancia,
su brújula será con tu destino
el norte al que navegues con tu barca.

Recuerda que navegas entre mares
con nieblas y entre costas desgarradas,
no dejes que la bruma te adormezca,
y empuña ese timón, sigue tu marcha.

Navega caminante, entre la niebla,
no temas que se acabe la jornada,
quizás alguien te espera en ese puerto,
quizás el beso amado que te falta.

La eterna sinfonía de la niebla
despierta en la mañana con el alba,
y arranca de tu pecho mil suspiros
y el beso que la bruma le reclama.

Rafael Sánchez Ortega ©
23/12/09

No hay comentarios: