sábado, 19 de diciembre de 2009

ES TRISTE MENDIGAR EN NAVIDADES

Es triste mendigar en Navidades
un rayo de candor y de esperanza,
acaso los mendigos tengan suerte
y apaguen tanto frío de sus almas.

Quisiera ser la estrella de los cielos,
llevando hasta su lado sin tardanza,
las gotas del rocío de la noche
que rueden y acaricien a su cara.

Es triste mendigar en estas fechas
un poco del cariño que les falta,
a tanto corazón encallecido
luchando y alejados de sus casas.

Quisiera ser la vara de los cuentos,
aquella de prodigios y encantada,
con ella alejaría la tristeza
callando a tantas guerras y batallas.

Es triste que se odien los amantes,
en estas Navidades hoy tan blancas,
quizás nunca valoren lo que tienen
ni alcancen a saber pòr qué se aman.

Quisiera ser la flecha de Cupido,
el arco y la saeta que los clava,
el lazo que los une para siempre
y aleja de sus mentes los fantasmas.

Es triste ver a niños sin juguetes
rezando en estas fechas señaladas,
tratando de que llegue de los cielos
aquello que han pedido en una carta.

Quisiera ser los Reyes, que de Oriente,
llegaran con la carga deseada
y en ella ese juguete preferido,
y el beso tan ansiado que reclaman.

Es triste mendigar en Navidades
la dulce melodía y la mirada
de aquellos que queremos que nos quieran,
y sólo recibimos su distancia.

Quisiera simplemente ser el hombre
llegando al corazón con sus palabras,
y haciendo que ese pecho estremecido
durmiera entre mis brazos y en la nada.

Rafael Sánchez Ortega ©
19/12/09

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